El transfer en si se ha convertido en una
cadena increíble. Como las hipotecas. Antes pagabas tu hipoteca al banco y
punto. Ahora pagas tu banco que vende tu deuda a un banco inversor, quien los
convierte en “obligaciones de deuda colaterales” y los vende a inversores
(fondos de pensiones etc.) tras el paso por el ojo de las agencias de
calificación. Han pasado a la historia los días en que un jugador fichaba por
un equipo. Ahora no, hay tanto buitre encareciendo la cosa, que hasta marea. El
club que vende, el agente, el otro agente, el sponsor, el dueño del 50% del pase,
el dueño de 50% de los derechos, el fondo de inversión offshore dueño de los
otros 50% y 50%, el club comprador, las autoridades....¿es de sorprender que
cuando le ponen el micrófono en los morros del futbolista parece atontado, y saca
el “esta en manos de mi representante” no sea que mete la pata y deja sin comer
a toda la cadena?
Pero mira, la gente es consumidor de todo
esto, pincha infinidad de páginas buscando noticias, y muchos viven el último
día del mercado sin comer y sin dormir. Suele exigir mucho, y luego volverse muy
cabreado y desesperado si su equipo no logra fichar conforme a sus
expectativas. Definitivamente, en plena crisis, los fútboleuros parecen de
Monopoly, se habla de millones como si fueran habas, los buitres de la cadena se
engordan…tanto que no queda ni para hacienda. Al termino del negocio el
aficionado traduce las declaraciones según gusto “siempre quise jugar en el
Chelsea” = “aquí me pagan más”, “quiero gana trofeos” = “aquí me pagan más”
etc. etc.
Dicho esto, y aunque parece mentira, el fútbol me
encanta (cuando lo encuentro). No el concepto tiki taka o joco bonito ni nada de eso, ni la pasarela
de depilación, tatuaje y culto a la personalidad que nos quieren vender como
autentico. El fútbol existe, y cuando se saborea es maravilloso. Dos ejemplos que en cada caso dan para aguantar años en la busqueda de otro momento igual: Primero
– Roquetas contra Real Murcia en Segunda B. Afición viajera en las malas,
cerveza con, una señora gritando “chicos, en el descanso hay migas”,
futbolistas normalitos, colegueo, risas, una tetona impresionante que encontrábamos
en todas partes y sí, goles. Segundo, hace unos días….un partido de la Blue
Square Premier (quinto nivel) en Inglaterra. Hereford United contra Grimsby
Town. Futbolistas sin agente, pagadores de hipoteca y en crisis como la plebe.
Campo pequeño apretado y césped irregular. Mas de 2,000 en la grada, pintas en
el bar a menos de dos metros de la portería, 242 seguidores del Grimsby (ojo, a
más de 320 kms.) premiados con una ovación por parte de la afición local (sé
que eran 242 porque el Hereford informa de las entradas vendidas en la zona
visitante). Suplentes bromeando con la grada. Fútbol rudo pero apasionado.
Me devolvió la fe en el fútbol, y coraje para soportar la nueva ronda de estupidez cuando reabren el mercado en Diciembre/Enero.
I'll get my coat!
Es que el verdadero fútbol está en las divisiones inferiores. El fútbol de élite, salvando cuando vas de viaje y lo disfrutas, es puro mercadeo, negocio y poco deporte, por desgracia.
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