Yo siempre,
como buen aficionado inglés, voy pensando que no puedo faltar ya que hoy es el
día. Hoy arranca todo. Y hoy más que otros ayeres ya que tenemos nuevo míster,
nuevas esperanzas y los jugadores con renovadas ganas. La afición hemos de
responder también, dejando aparte las protestas a los dueños hasta pasados los
90 minutos, y sin dejarse, si es que uno tiene ganas de protestar, influir por
un resultado positivo.
Iré
convencido de que con el apoyo de todos, hoy ganamos y con comodidad. Arrancará
la época. La que hemos soñado. La que da luz a un nuevo murcianismo de apoyo,
de incondicionalidad, de no abandonar en la hora de necesidad, y de orgullo por
lo propio, y de un abandono progresivo de la enfermedad blanca/culé que pesa e
impide que de una vez seamos grandes.
Y si no
fuera hoy el día, la semana que viene estoy convencido que la época nacerá en
Anduva. Y si no nace allí, verá la luz en Nueva Condomina contra el Numancia, y
así sucesivamente hasta superar el 11º puesto y tener una afición fiel,
vocifero e incondicional que no deja venir a rivales, árbitros y linieres, ni
mandatarios, jugar, pitar, levantar bandera o dirigir sin saber que hay una
masa de enamorados por un escudo esperando.
Inocente, romántico
y “medio gilipollas” (sic) por el Real Murcia que soy.
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