Sunday, February 19, 2012

Cuchillos



Sumamos ya 4 derrotas consecutivas, y en el horizonte un Valladolid que se encuentra segundo y es un firme candidato al ascenso. Encima es un partido que se juega en casa – que en circunstancias normales debía suponer una ligera ventaja al jugarse ante su público, pero que fácilmente puede convertirse (imaginaros un gol tempranero en contra) en un infierno donde el equipo va a encontrar con el apoyo de solo una minoría, mientras el resto de diviertan pidiendo la cabeza del técnico. Digo diversión porque parece que es la única ocasión en que la tribuna rancia puede cantar juntos. Las caras de felicidad al sacar el pañuelo que he visto en otras ocasiones, lo dicen todo. Van con el codico, se guiñan y se halagan con el “yo ya lo dije”. Pues no. No lo dijiste. Cuando tocábamos la zona de play-off estabas demostrando la misma sabiduría futbolística que Garcia Granero en las páginas de “La Verdad” – quien dijo que el objetivo de los 52 puntos era “de chiste” y que desde el club se tenía que cambiar el discurso. ¿Hoy que diría? No tengo ganas de leerlo, ya que seguramente estará con que él ya lo sabía y nos tenía avisados.

No soy quien para decir lo que cada uno debe hacer – pero digo claro y alto que la falsedad y facilidad para abandonar su equipo que tiene gran parte de la afición me da muchísima pena, incluso asco. En 22 años siguiendo al Real Murcia, rara vez he visto levantar una situación de estas sin cambios en el banquillo que apenas dan una mejora. Lo dije ayer, y espero estar equivocado, pero Iñaki Alonso ya parece estar sentenciado. Triste, esperaba y deseaba verle convertirse en el Ferguson del Real Murcia, pero con esta afición exigente, repleto de la infección madridista tan hondo, o del nuevo culé que demanda eso del “buen juego” que tanto me aburre y dirigido por una prensa que va de entendido sin enterarse de nada (mira el “chiste” de Granero), es complicado. Complicadísimo. Cuando el carro se empina hacia abajo, cuando el equipo más necesita de su gente, cuando hay que hacer bloque y apretar los dientes y apoyar, dan la espalda, mofan, ridiculizan y piden cabezas. Repito, no soy quien, pero sí digo que no puede ser casualidad 100 años sin llegar a apenas lograr una estabilidad en primera. 3 o 4 temporadas lo máximo. Técnicos, jugadores, dirigentes.....han venido y se han ido muchísimos. ¿No será que lo permanente es lo que realmente falla?

Ayer estuvimos blandos, tanto en ataque como en defensa. Me consuela leer que Iñaki Alonso reconoce este hecho, y que hay una falta de contundencia que lleva a que los balones rebotan a favor del rival. Estamos en una racha mala – pero no debemos olvidar que estos mismos encadenaron 10 partidos sin derrotas. Mismo técnico, mismos jugadores. Son capaces si juegan concentrados y con confianza. A pesar de la derrota, ayer vi una mejora, pero por fallos inexplicables se encajaron goles y fallamos otros. Si el equipo estaba bien planteado, creyó ocasiones, pero errores personales nos condenan a la derrota, creo que no es culpa del técnico. Hizo hasta bien, pero fallaron los jugadores. Los mismos que nos llevaron a la zona play-off. Son capaces, solo falta confianza y estar acertado. El run-run de la grada o el “Iñaki vete ya” que esta a puntico, no van a ayudar absolutamente NADA. Dicho esto, en el terreno de juego la blandeza tiene que dejar paso a una contundencia manifiesta.


Cuchillos. Unos deben de dejar de afilar los suyos. De protestar, sacar pañuelo o entonar el “vete ya”, espérense hasta terminado el encuentro. Otros deben estar afilando y sacando brillo de los suyos, afición incondicional para arropar a los nuestros, y jugadores para salir con el suyo entre los dientes.

1 comment:

  1. Lo primero que dije al sentarme en el autobús despues del partido del ascenso en Lugo: "Veis a la gente encantada con el mister cómo no paran de corear su nombre... Pues huele a un Iñaki vete ya antes de mitad de la temporada próxima".
    Hay testigos de aquello... y va a haber testigos de que solo me voy a equivocar en unos meses.
    Conozco demasiado bien Murcia.

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