Saturday, March 2, 2013

Día De Clásico



Hoy daba asco salir a la calle para los seguidores de muchísimos equipos “normales” de España. Aquellos de equipos nobles, luchadores, en concurso o contra la pared, con serios problemas para salir adelante, pero que ni cuentan con el apoyo del propio pueblo cuyo nombre llevan con orgullo allí por donde vayan.

Hoy los que dan la espalda a los que deben ser sus equipos, salen a la calle más futboleros que nunca. Hoy toca pasear el chándal o camiseta del equipo ganador elegido. Gastar cientos de euros en ropa deportiva, llaveros, cuadernos, mochilas y hasta patatas fritas en bolsa con escudo ganador, está muy bien, pero ingresar10 o 15 euros en las arcas de tu club local, y darle su apoyo, es de perdedores.
Basta poner la tele un ratico y ver por donde tiran los anuncios para saber a dónde apuntan los que estudian la psicología del tema. Las marcas lanzan el “estamos contigo” y el “no estás solo”…..dejan claro que lo que creen que tememos más es a quedarnos solos y en ridículo. Hay que ir con la manada. Con el grande. Con el de todos.

Lo extraño del caso es que hay, en un porcentaje alto, un odio visceral al otro grande. Odian las maneras, la política, un jugador. Odian al otro por ser lo que su equipo es. Y viceversa.
Pues hoy era un día de estos. De los 15 jugadores del equipo de fútbol 8 alevín de mi zagal que jugaba su partido de liga a la misma hora que el clásico, sólo aparecieron 8. Tuve que ir a comprar agua para los 2 equipos, ya que el que normalmente se encarga de estas cosas, también estuvo missing. Las típicas excusas de comida familiar que hay cuando del clásico se trata. Uno con chándal del Madrí (de los que visitaban) iba informando a gritos del gol del Madrid, Benzema, a medio partido. Ir casa y escuchar tracas y petardos en celebración de la victoria de un equipo a más de 400 kilómetros sobre otro a más de 500. Coches pitando la victoria del equipo de otros.

Este es el ambiente que permite que la camiseta de uno o el chándal del otro se puede poner tranquilamente para un partido de segunda o segunda B. Dirán que soy un extremista, que ellos son libres para poner lo que les da la gana y seguir al equipo que más les gusta. Pero mira, yo soy de un sitio donde poner la camiseta del Manchester United en un partido entre, por ejemplo, el Torquay y el Orient es un insulto. Te iban a llover pescozones, y justamente. Además, ninguno pensaría por un momento ponérselo. Por vergüenza propia. Al igual que pueden pensar que soy extremista, un talibán, yo puedo pensar que un alto porcentaje de los blancoculé de provincias son unos palurdos, activos en el ninguneo y menosprecio a lo suyo. Su afición por lo grande y ganador deja al aire sus limitaciones. Futbolísticamente, no dan para más.

Día de clásico, día para olvidarse del fútbol.
Foto : Hasta en las patatas y siempre de la mano. Nunca encontraras un producto de uno, sin estar el mismo producto del otro al lado.

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