Real Murcia - Hércules

Este domingo toca un partido importantísimo. Ya sé que los adjetivos se sobre usan, pero en este caso, es así. Tras unos resultados adversos, circunstancias también contrarios, estar muy castigados por los árbitros y las sanciones, no tenemos otra que apretar los dientes y empujar para arriba. Toca animar. Las quejas no sirven de nada……los jugadores son los que son, son los que tienen que mantenernos en segunda. El presidente no se va a ir.

Importantísimo. El Hércules viene con el cuchillo entre los dientes. Tras el descanso, vendrán a por todas, a iniciar una racha positiva. El Real Murcia con la obligación de cortar el ambiente negativo con una victoria, y despejar las dudas. Un derby.

Mi corazón inglés me dice que, dado la importancia y necesidad de cada equipo, debería de haber una entrada muy buena, un mínimo de unos 15 o 16,000. Pero ya conozco a la afición, y salvo sorpresa, no llegaremos ni a sobrepasar el número de abonados. Es triste, pero es así. El hecho de poner el partido el día de reyes, solo sirve de excusa para no ir. La gente dice que, en ese día, no toca ir al fútbol. En este sentido el club no ha sido nada listo. El hecho de reunirse familias, debe ser motivo de animarles a presenciar el partido. Como el “Boxing Day” en Inglaterra. El hecho de estar unidos en familia…..en lugar de irse al partido sólo, te llevas ese sobrino, primo, tío, padre o abuelo. Al conocerse la fecha del partido, el departamento de marketing debe haber propuesto un regalo de reyes. El partido parece clave para el Real Murcia. ¿Qué menos que, en ese día de reuniones familiares, poner lotes familiares de 4 o 5 entradas a 5 o 6 euros por entrada? Luego si no se aprovecha, nadie puede decir que en el club no lo han intentado.

Pienso que en realidad veremos a unas 6,000 personas en el campo. La afición sólo es buena si el equipo va ganando. Cuando se necesita de verdad…….está missing. El domingo veremos un ejemplo perfecto. El Elche, líder, trajo unos 3,500 seguidores. El Hércules, vecinos del Elche, en descenso y peleando su vida en segunda división, a ver si vienen más de un centenar. Esa es la realidad del aficionado del sureste.