Saturday, February 2, 2013

Los Que Merecemos

El enfado generalizado entre los Murcianistas estos días, llego a un nuevo record el pasado jueves con una supuesta inactividad cuando todo el mundo esperaba un fichaje. Nos lo habían dicho. Iban a fichar. Había sitio en la plantilla. Han fracasado, o no han puesto toda la carne en el asador. Si a esto añadimos los acontecimientos de las últimas semanas, abuso arbitral, castigos ejemplares, jugadores de copas, malos resultados….imaginaros el ambiente. Malo. Desesperación. Preocupación. Decepción. Enfado. O sea, el que es casi un estatus normal de los últimos 20 años, salvo contadas excepciones.

Las iras se dirigen a los máximos accionistas, los hermanos Samper. Lógico. Son 15 años ya a los mandos, y en lo deportivo, que es lo más importante, nos arriesgamos a no haber progresado nada de nada. Tenemos un campo de 4 o 5 estrellas, pero seguimos deambulando entre segunda y segunda B, lo que significa entradas que ni hubiesen llenado La Condomina. Los pasos por primera han sido rápidos e insatisfactorios. Si vamos bien, nos hunden. Si vamos mal, nos ningunean. Hablo de LFP, RFEF, árbitros, y sí, los que entre nosotros llamaron perro a De Coz comparándole con Roberto Carlos. El mismo club no ha hecho mucho en su propia defensa. Llamar “golfo” a un árbitro que nada más que cumple instrucciones, está bien, pero viene como 9 temporadas tarde.
La parte social del club, a pesar del crecimiento del número de peñas y de peñistas, sigue estando mal llevado como describí en el artículo Machacados. Entradas caras. Sin entradas para infantiles. La lateral (con lo que significa “Grada lateral” para el Murcianismo), un desierto partido tras partido. Donde debe haber imaginación e ideas, parece que hay inmovilidad. O los de las parcelas de comunicación y marketing tienen las manos atadas, o no encuentro explicación. Se hacen cosas bien (¿cuantos colegios han visitado a Nueva Condomina ya?), pero quedan oscurecidos por enormes errores obvios y de fácil arreglo, pero que por cabezonería o lo que sea, no se hace (entradas infantiles). Tientas a los peques con visitas, pero luego es demasiado caro para sus padres cuando el nene pide ir al partido. Ver a muchísimos niños en el campo del, por ejemplo, Córdoba, deja en evidencia a esta política equivocada.
Los otros equipos, han apostado. Han gastado en fichar, han arriesgado, pero nosotros no hemos encontrado a nada que mejoraba lo que tenemos en la plantilla (salvo Toribio). No hemos apostado. O sí. Quizás han hecho la apuesta más arriesgada. La continuidad. Ojala sale bien. Pero habiendo un sitio en la plantilla, decir que no había nada para mejorar……no mejorar un sitio, dejándolo libre, que libre estaba, a mí me dice que las negociaciones han fracasado. Nos han pillado. Por no apostar hemos apostado todo. Un “all in” total.
Como afición lo último que debemos hacer ahora es empeorar la situación. Los jugadores que tenemos son los que tienen que lograr los puntos. De nada va a servir exteriorizar el enfado contra ellos. Durante el partido creo que hemos de animar. Después, lo que cada uno estime oportuno y a quien estimen oportuno.
Mira que yo mismo estoy cayendo en lo que casi todos hacemos. Batallar por el teclado. La culpa de todo hemos de buscarlo en nosotros mismos. Somos de quejar mucho pero no levantar un dedo. Un arbitrillo nos da otra vez por el culo, y nos vamos refunfuñando a casica a darle un explicazo a la mujer o una patada al perro. Nos quejamos de Samper, pero tenemos los mandatarios que merecemos. En la NC no he visto a nadie quedarse a protestar.
¿Dónde están los compradores Murcianos? Creo, aunque pica, que no hay empresarios serios interesados, ni ofertas. Hay empresarios de muchas perras en Murcia, pero son de los que no pierden un partido culé. O del Madrid. Y se ríen del Murcia como el 80% de los murcianos. El alcalde, del Barcelona. El presidente de la comunidad, del Madrid, y sin pisar la Nueva Condomina nunca. Qué vergüenza de mandatarios. Tenemos, en el Real Murcia, y en Murcia, por desgracia, los que Murcia merece. Y así estamos.

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