Como
cantaban los seguidores del Millwall “no-one
likes us, we don’t care” (Nadie nos quiere, nos da igual).
Los
jugadores, técnicos y pocos incondicionales, haríamos bien de armarnos con esa “mentalidad
bunker”, la de estar solos, la de solo poder contar con nosotros mismos y nuestros
compañeros. Esa mentalidad de que remamos en contra de todo. Contra los
árbitros, que nos quieren descender de nuevo. Contra la mayoría de la prensa,
que confunde informar con estar continuamente animando la negatividad. Contra
los comités. Contra los que afirman que no podemos, no somos capaces, y que no
valemos. Contra esa parte de la afición que critica y mofa de el que
supuestamente es su equipo. Contra esos ausentes que solo se apuntaran en
primera. Contra el vacío de la grada. Contra el rival. Contra Messi y Ronaldo.
Contra el mal llamado Maestro. Contra el que dice que como estoy cedido me da
igual. Contra el que dice que estoy acabado. Contra los que dicen que soy
fiestero. Contra el que dice que soy innecesario. Contra la historia de un
equipo mediocre.
West Ham 4-ever ICF
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