Wednesday, October 10, 2018

Revolución


No han pasado ni dos meses y aquí estamos de nuevo hablando de retrasos en los sueldos de jugadores y trabajadores. Lejos quedan las buenas palabras de esta gente; de austeridad, de ser pagador, de, y cito “generar confianza. En la gente no se puede generar miedo, el aficionado del Real Murcia está acojonado de miedo. Es inmoral. La gente lleva 15 años pasándolo en chino, ya está bien” (Toni Hernandez, 7 de Junio 2018). Creo que Hernandez puede estar igual de engañado que nosotros. O puede que no.

Las mismas buenas palabras tuvo ayer en la radio Mauricio Garcia de La Vega. Dijo lo correcto. Habló de austeridad, de no gastar por encima de los ingresos. Suena bien, pero una vez que vuelve a entrar en el club tengo cero confianzas de que va a hacer exactamente lo que dice. Ojalá.

Raul Moro engordó sin duda las cifras negativas del club. Ahora dice que esta con fuerzas para ir contra Garcia De La Vega. ¿A santo de qué? Nada que va a beneficiar al Real Murcia, eso sí lo tengo claro. Y todavía veo en Twitter a aficionados pidiendo que vuelva al club.

Todos estos personajes, no lo olvidamos, no son gente del Real Murcia. Ni han sido abonados, socios, accionistas de las varias ampliaciones de capital, ni del Real Murcia desde pequeños. Son especuladores. Se meten para ver lo que pueden sacar, igual que Samper, e igual que los políticos sin escrúpulos que dejaron caer todo lo que beneficiaba al club del proyecto NC (y después de la que nos hicieron a la población entera de la ciudad con la compra de los terrenos de La Condomina, que allí sigue, en pie). Mientras quedan 10.000 locos creen que hay donde sangrar el club por los ultimas gotas, o simplemente tener el club como rehén. Cada uno de los personajes, desde Samper, Moro, De La Vega, Gálvez y los políticos, nunca han estado para hacer del Real Murcia un club estable.

Pero el problema no es ellos; el problema somos nosotros. La razón la dio ayer @pijondioh en Twitter. La clave es lo de que con buenos fichajes acallaban a la afición. Se dieron cuenta antes de entrar de nuestras grandes debilidades. Nuestro mal endémico.”.

Como afición tenemos que empezar a ser, sin ánimo de ofender, menos de pueblo, y más de ciudad grande, innovador y sensato. S E N S A T O. La salvación del club y lograr un futuro pasa por estabilizar y empezar a pagar deuda. Ya, me van a salir los de siempre a decir “pero es que en segunda B no se generan los ingresos”. Con 10.775 abonados y siendo el club mas atractivo de la categoría, debemos tener posibilidad de, dentro de nuestros ingresos ir pagando poco a poco deuda, y dotar al club con esa estabilidad. Pero, hemos de aprender a no ser exigentes en los fichajes. Y cuando el nivel no sea altísimo, apoyar y no gritar “que malo eres” o “tuercebotas” al jugador propio que se equivoca (como hicieron con varios de los nuestros -nunca a rivales- unos señores con los que tuve que discutir el domingo. Su justificación está en que ellos llevan más años viendo el Real Murcia que yo. Que está por ver, que, a pesar de mi cara de Guiri, llevo unos cuantos – 29 para ser preciso). Entender que en los próximos dos o tres años pagar religiosamente y tener todo el mundo al día es más importante que ascender.  Esa estabilidad es lo que hará un ascenso más probable. Y no estar con los huevos por corbata cada verano.


El día que los 10.775 mandan en el club, tras salvarlo con medios propios, poniendo gente con el ingrediente principal -AMOR- y no el popular -CHEQUERA- en los mandos, con un voluntariado haciendo las cuentas menos difíciles de cubrir (limpieza, seguridad, ¿Qué Murcianista de corazón no estaría dispuesto a contribuir unas horas cada semana?) será un día a celebrar. El Real Murcia tiene afición, estadio e ingresos para poner las bases de estabilidad. Falta empezar la revolución de los 10.775. En su mentalidad, lo primero.

Friday, August 17, 2018

Gestión


De nuevo lo extradeportivo. En el último post hablé de la mala gestión histórica y sinvergonzonería de muchos dirigentes y políticos alrededor del Real Murcia, que han aprovechado en todo momento del club. De muchas palabras, de fanfarronería, de promesas incumplidas. Barrigas llenas pero el club siempre raquítico, ninguneado y la masa social ya de por si castigada, culpada.

Con la entrada (correcta, legal o no) de los Gálvez, con Toni Hernandez en los mandos, nos hablaron con sentido; de presupuesto ajustado, de no gastar por encima de nuestras posibilidades, de resolver deudas con Seguridad Social, con Hacienda, con otros proveedores, saldar de una vez la deuda con el Betis de Valladolid.

Yo estaba muy de acuerdo. La vida del club a largo plazo se debe a una gestión ejemplar, que dota de estabilidad, de seriedad y de confianza. Esto, desde las oficinas, repercute y va calando en lo que pasa sobre el césped. Jugadores que no tienen que estar pendiente de la cuenta corriente al cabo de cada mes. Trabajadores al día. Proveedores al día. Hacienda viendo como los acuerdos se cumplen. Pagando poquito a poquito, ningún acreedor ordena la ejecución del club. Excelente plan.

Han pasado dos meses; resolvieron deudas AFE y vamos a salir a jugar (Gracias!). Pero lo demás, parece que ha quedado en el olvido. “Jugadores buenos de segunda B, con sueldos de segunda B” prometieron. Y llegan jugadores de segunda, que me parece estarán “cobrando” (está por ver – no quiero oír que están con ningún retraso) sueldos altos para segunda B. De Hacienda y Seguridad Social, estarán trabajando en ello (suponemos, pero no sabemos). El Betis de Valladolid parece que está aún sin cobrar a pesar de la fanfarronería y chulería con que se dijo que iba a ser satisfecho (hace semanas). Es insignificante, pero el partido de presentación quedó en nada. Pero que como aficionado me puedo sentir engañado y ninguneado, es un hecho. Había que hacer 15.000 abonados para ajustar el presupuesto austero, estamos a 17 de agosto y no han publicado ni un solo dato para saber cómo va la campaña. ¿Cuántos harían falta de verdad para cuadrar las cuentas e ir bajando deuda ahora?

Como llegan fichajes con nombre, buena parte de la afición aprueba la gestión. Pero para mi esta todo por ver – como decimos “el movimiento de demuestra andando”. El cortoplacismo, de nuevo la última bala, de nuevo el mesías que nos va a sacar las castañas del fuego (o abandonarnos en peor lugar). Ascendemos, bien. No ascendemos, muerte. Ojalá me equivoco, pero puede ser la vuelta a los mismos errores; mala gestión, sinvergonzonería y fanfarronería que puede desarrollar en nuevas promesas incumplidas. El próximo verano ojalá hemos ascendido, pero en el más que probable situación que no fuera así, un presupuesto austero y serio nos daría para poder estar tranquilos y con el club mejor posicionado; eso sería haber gestionado bien.

Monday, June 25, 2018

Off my chest......


La situación actual obliga a una nueva ampliación de capital. Soy pesimista. Debemos, cada uno dentro de sus posibilidades, volver a comprar un pedacito más del club, pero hablamos de un valor altísimo (más de 18 millones) para la economía de los abonados. Otra vez a esperar un inversor serio. Todos los interesados vienen diciendo que tienen inversores detrás. Pero nadie viene y pone perras (salvo Gálvez), de momento. Está por ver el musculo del que jactaba. Está por ver las aptitudes del consejo nuevo (del nepotismo no me fío como buena manera para la elección de consejeros - los hijos de Samper serán muy buenos chicos y muy Madridistas, pero no contribuyeron NADA, que se sepa, a favor del Real Murcia).
Pero es de valorar la insistencia de Gálvez en no bajar los brazos y en sacar el Real Murcia adelante. Por lo menos es lo que dice. De la pantomima de Mauricio De La Vega, no sé qué pensar. Quien viene por primera vez a Murcia hace unos meses y va poniendo el pin del Real Murcia como si fuera el amor de su vida, no me fio un pelo. Algo hay que no dice. Si tiene ese inversor, que venga y ponga 10 o 12 de los 18 que hay que poner. Y así dejará a todos con la boca cerrada, y el club será suya o del que él diga. Así de claro están las cosas ahora con la ampliación.
Se hablan de una deuda de €53.000.000, pero eso no es así. La prensa regional dañina (la que, de paso, vive del club), predeciblemente y con sensacionalismo, se queda con ese número. Si se lee con detenimiento, este número incluye un pasivo fiscal futuro de 8.300.000, y préstamos participativos 5.300.000 (los cuales no son exigibles – “donaciones” de ex accionistas mayoritarios como Samper y Moro). 53 menos 13.6m son 39.4m. Pero de este número hay que valorar el patrimonio del club; y lo que nos deben. Por ejemplo, el Middlesboro nos debe 1.0m. de este cálculo sale el número final, de patrimonio negativo neto de 18.5m euros.
Este es el resultado de años de mala gestion del club, y de sinvergonzonería de muchas personas. Desde que conozco (1989), la mayoría de los dueños lo han sido para sacar, y no para poner. Han actuado interesadamente con el nombre del club. De la época Samper me gustaría saber el crecimiento de la deuda del club en comparación con el patrimonio de Samper y familia, con la inversión (licita) que hicieron utilizando el nombre de y subido en la chepa del club (centro comercial NC), y no beneficiando este. De los planes originales de NC, todo lo que beneficiaba el patrimonio del club, ha caído. A este punto hay que buscar a los políticos de turno – que al igual que Samper, prometieron todo, para luego no exigir nada de lo que beneficiaba al club. Sus razones tendrán. En un banco suizo, quizás.
No olvidamos que hemos tenido 3 oportunidades, como afición, para evitar la entrada de esta saga de dueños golfos. La conversión en SAD y dos ampliaciones de capital posteriores han tenido un fracaso total por respuesta. Siempre hemos esperado un mesías que venga a hacer el trabajo o inversión para nosotros. Dejamos lugar a estos personajes que aprovechan poco para sacar mucho.
No olvidemos tampoco que el consistorio fue el que se benefició ya del Real Murcia, quitándonos a precio de saldo el patrimonio más importante, La Condomina. Lejos de llevar acabo los planes por ese terreno, allí sigue en pie, dando vida a engendros ya muertos y proyectos sin sentido ni ánimo de lucro (jaja), y sin beneficiar a la ciudad, pero si en detrimento del Real Murcia. Dos veces el ayuntamiento ha aprovechado del club que lleva su nombre, primero para quitar su patrimonio en su momento de necesidad, y después no obligar a hacer nada de lo prometido en los planes de NC. También cabe comentar que el ayuntamiento (no como otros) no ha puesto un céntimo en las ampliaciones de capital. Y mirando más atrás, tampoco en la conversión en SAD. Han dado un ejemplo lamentable a su población a la hora de contribuir, pero a la hora de olor aprovechar, no han dudado en sacar. Hoy día, solo hay que mirar el estado de abandono de la Nueva Condomina para ver lo que le importa el inquilino exclusivo de su (no lo olvidamos) estadio. Lo que beneficiaba a ellos se hizo. Lo del club….bah….cayó todo, y ahora ni se calientan en limpiar, podar, o arreglar nada.
Es utópico, una quimera, pero la mejor solución para la economía del club está en que el ayuntamiento nos dona la mitad del estadio (por cuenta de todo lo que NO hicieron con La Condomina o por el centro de convenciones, campo de golf o cuidad deportiva que iban a ser patrimonio del Real Murcia en el proyecto de Nueva Condomina que ellos firmaron con Samper), a cambio de su mantenimiento (que entre los abonados, los socios, seguro que se puede montar un “voluntariado” dispuesto a dar de su tiempo para limpiar, arreglar y mantener decente y mejor el estadio que el dueño actual). Siendo el estadio (o parte de ello) patrimonio, con una gestión profesional y sana (la que parece que quieren hacer los Gálvez), se puede utilizar ese nuevo patrimonio para subsanar lo inmediato. O que nos ofrecen financiación, o un adelanto de subvenciones.....o yo que se. Pero que se implican de una vez. 
Podíamos ir pagando deuda poco a poco. Pagar los sueldos cada mes sin demora. Dotar el club de la tranquilidad institucional que jamás he visto. Dejar de estar al borde del precipicio siempre, siempre con la última bala. Los resultados sobre el césped llegaran antes o después, pero llegarían, y no con la muerte en la nuca.