Tras la
décima del Madrid y la reacción entendible del incondicional Murcianista enfadándose
ante la multitud de camisetas del equipo blanco, e incluso una bandera de aquel
equipo colgado en la lateral, para el partido en Nueva Condomina contra el Real
Zaragoza, los de corazón partido (muchos, que no todos) han salido a justificar
el festejo Madridista.
“El Real Madrid y el Murcia no compiten entre sí”
“El día que el Murcia juega Liga de Campeones, dejo el Madrid”
“Cuando el Murcia está en primera, voy con el Murcia”
“Jodete Culé jajaja”
El último corresponde
a la estupidez del bipolar. No son capaces de reconocer que no todo el mundo es
como ellos, y no tenemos un grande ajeno con que fardar. Que para muchos, y me
incluyo, en provincias, ser del Real Madrid es ser del Barcelona. Y ser del Barcelona,
es ser del Madrid. Son exactamente lo que odian en el otro. Y vice-versa. Eso
de justificar también con el “más que del Barsa, soy antimadridista”, o “más
que del Madrid, soy anticulé” es cansino y lo mismo que el anterior. Pelearse
con un espejo.
Lo de no competir
con el Madrid, es falso.
Competimos,
y mucho. Y competencia desleal, oye. Formamos parte de la misma liga. Distinto
escalón, sí, pero de la misma escalera. El filial del Madrid juega en nuestra
liga – y como cada filial, se esfuerza más o menos según conviene, según quien
ocupa banquillo rival, adultera la competición subiendo y bajando jugadores, y
casi siempre acaba dando resultados que no benefician al Real Murcia. Además ¡Que
digan que no competimos dentro de unos días cuando viene el Real Madrid
Castilla a quitarnos el play-off!
Que digan
que no competimos cuando vamos 3,000 menos si coincide en horario los partidos
del Madrid y el Real Murcia.
Pero el
intento de competir con ellos, es inútil. Una pérdida de tiempo.
¿Cómo vamos
a poder competir bien contra un “equipo estado”, que recibe infinidad de
ventajas (que síííííí señor bipolar, igual que el Barsa)? Ventajas políticas,
económicas, de los árbitros, de los medios, y un largo etc. Los demás equipos
no disponen de medios para competir. Si el reparto del “pastel” fuera como en
los demás países, igual se podía. Pero claro, ellos quieren seguir con esta
competición desleal, porque ganan ellos, ganan más veletas adeptos a su causa,
que compran bufandas, camisetas, llaveros, estuches, patatas fritas y cualquier
otro ridículo chisme con el escudo ganador. Es una bola de nieve imparable.
Esa bandera
colgada en la lateral, festejando una victoria ajena, de un equipo estado, es sinónimo
de arrodillarse ante el poder. Agacharse ante la dictadura del fútbol español.
Negativo para la potencial competidora del Real Murcia. Una bandera cuyo coste,
3 o 4 euros, acabaron en las arcas del Real Madrid, cuando en su lugar debería haber
una bandera del Real Murcia, y los 3 o 4 euros ayudando a la maltrecha economía
grana.
Injustificable.